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Núm.Col./Núm.Vol.: /
Núm.Edición: 1
LEY Y LIBERTAD. Al hablar de ley no debemos pensar en medidas policíacas ni tampoco en aquellas reglas de la convivencia que en nuestra vida social llamamos leyes y que están sujetas a cambios pudiendo ser promulgadas en un momento dado y abolidas más tarde. Al hablar aquí de ley pensamos ante todo en algo interior en algo eterno. No se trata de normas convencionales como son por ejemplo nuestras reglas de juego y de deporte ni de necesidades imaginarias como las expresadas en las normas de la moda y de la etiqueta; se trata de necesidades que brotan de la realidad y que no se pueden pasar por alto sin despreciar esta misma realidad. La ley es la expresión de una realidad objetiva y exige su acatamiento. Corresponde a una realidad independiente del hombre que está ahí y que ha de ser reconocida y respetada. Por tanto la afirmación de que cada ley es expresión de una realidad es una conclusión necesaria e independiente de mí. Si quebranto la ley entro en conflicto con la re