Parece que JavaScript está deshabilitado en su navegador. Para obtener la mejor experiencia en nuestro sitio, asegúrese de activar Javascript en su navegador.
https://www.diegomarin.com/
Consultando disponibilidad...
Colección:
Núm.Col./Núm.Vol.: /524
Núm.Edición: 1
Hace veinte años el sida puso en peligro la supervivencia de todo un continente ante la indiferencia de las grandes instituciones in¬ternacionales. Desde 1996 existían tratamientos contra el sida en Occidente y los pacientes sobrevivían y gozaban de un buen estado de salud. Sin embargo África que contaba sus enfermos por millo¬nes y no por miles como en los países ricos veía cómo se le negaba el acceso a las terapias. ¿Por qué aquella doble vara de medir? Se decía que los africanos no eran capaces de tomar regularmente las medicinas; se consideraban ineficaces los frágiles sistemas sanitarios africanos; y los caros fármacos antirretrovirales contra el sida que en Occidente salvaban vidas eran vistos como un lujo (aun así para proteger los intereses de las multinacionales farmacéuticas no se planteó recurrir a los fármacos genéricos equivalentes de bajo coste). En resumen reinaba el afropesimismo: tratar a los enfer¬mos de sida en la zona subsahariana se consideraba una pérdid