Parece que JavaScript está deshabilitado en su navegador. Para obtener la mejor experiencia en nuestro sitio, asegúrese de activar Javascript en su navegador.
https://www.diegomarin.com/
Consultando disponibilidad...
Colección:
Núm.Col./Núm.Vol.: /
Núm.Edición: 1
La vida cotidiana atravesada por la clase está en constante remiendo. Los rotos son las personas de clase obrera pero también los constantes destrozos de una existencia popular; las fracturas de una vida hostil rota como una kelly al final del turno. Roto como el ánimo de quien pierde dos horas cada día en el transporte público o en la sala de espera de un ambulatorio sin esperanza de mejora; sin futuro. Rotos de dolor al enterrar a un compañero muerto en el tajo que se partió la cabeza al caérsele una lámina de hierro de 500 kilos o sufriendo el insomnio que provoca la incertidumbre por la proximidad de un ERE o la falta de carga de trabajo en una fábrica que no es tuya pero te da de comer.