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Núm.Col./Núm.Vol.: /
Núm.Edición: 1
La cuestión social por lo tanto ni en sí misma ni atendiendo a su origen y desarrollo debe identificarse con la cuestión del socialismo. Esta última supone más bien ya la existencia del malestar moral en la sociedad y por consiguiente supone de antemano la existencia de una cuestión social. El avance de las ideas del socialismo que sus directores inculcan a las masas no tendría explicación si miserias insufribles en el orden económico y social no favorecieran esa propaganda. Pero hay que conceder que el progreso del socialismo que amenaza acabar con toda nuestra cultura material e intelectual con el Estado y con la religión da a la actual cuestión social una importancia mayor y hace más necesario y urgente todavía el remedio de este malestar general. Esta ciencia (de aquí su nombre) tiene por fin procurar para el pueblo el bienestar temporal es decir la posesión de aquellos bienes que se requieren para satisfacer las necesidades materiales de la vida. Tiene pues que ocuparse de las reglas generales para la equitativa repartición de los mismos entre el pueblo. No cumpliría con su misión sino de una manera muy incompleta si se ocupara solo de la producción de los bienes materiales. JOSEPH BIEDERLACK `