Parece que JavaScript está deshabilitado en su navegador. Para obtener la mejor experiencia en nuestro sitio, asegúrese de activar Javascript en su navegador.
https://www.diegomarin.com/
Esta opción no le obliga a finalizar la compra.
Procederemos a gestionar su pedido sin compromiso.
Contactaremos con usted a la mayor brevedad posible.
Sus datos
Lo sentimos pero no se ha podido realizar la solicitud del producto.
Si ya tiene una cuenta con el email introducido, por favor inicie sesión aquí.
Vuelva a intentarlo y si el problema persiste póngase en contacto con nosotros.
Gracias.
Contactar
Contactaremos con un usted a la mayor brevedad posible.
Mejor precio garantizado
Mientras acompaña al aeropuerto a un ministro inglés, el consejero cantonal Kohler detiene el coche oficial frente a un restaurante, baja, atraviesa la sal...
Mientras acompaña al aeropuerto a un ministro inglés, el consejero cantonal Kohler detiene el coche oficial frente a un restaurante, baja, atraviesa la sala llena de gente y, de un tiro, mata al profesor Winter, un aburrido humanista. Todos lo ven, caben pocas dudas acerca de quién es el asesino. Sin embargo, Isaak Kohler no sólo no huye, sino que, aquella misma noche acude a un concierto donde al fin se atreven a detenerle. Es condenado a veinte años. Pero Kohler, un hombre culto, riquísimo y maquiavélico jugador de billar, no vacila en apelar a un joven abogado en apuros para encargarle la revisión de su caso a partir de la hipótesis de que él no es culpable. De hecho, los testigos visuales se contradicen, jamás se ha encontrado la pistola y no hubo hecho confesado ; tan sólo un asesinato sin motivo. El resultado es un inquietante laberinto de enigmas donde la lógica queda malparada, la verdad y la mentira se confunden y la justicia se asemeja peligrosamente a una farsa.