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Colección: BIBLIOTECA DE DEREHO PROCESAL
Núm.Col./Núm.Vol.: /
Núm.Edición: 1
`Quizá piensen ustedes que lo más revelador que yo podría decir sería explicar cómo hago para llegar a un dictamen. Sin embargo con franqueza dudo que la labor del juez de instrucción en lo que respecta a la redacción de su dictamen sea tan importante como lo es la tarea de presidir durante un juicio verbal. Allá en mis tiempos de secretario del juzgado que presidía el juez A. N. Hand solía él decir que un buen juez de instrucción debe acertar más o menos en dos terceras partes de sus dictámenes y yo estoy seguro de que un juez de mediana inteligencia y con regular ilustración puede dar dictámenes que en la gran mayoría de los casos pasarán airosamente cualquier examen. Un elevado porcentaje de procesos corresponde a casos rutinarios. Y en aquellos que ofrecen serias dificultades estoy convencido de que muchos jueces hacen lo que yo hago: preparan dos sentencias distintas y luego ven cuál es la que mejor encaja. Pero la tarea de dictaminar no es nada comparada con la de llev